miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los dioses de la tierra








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Libertad, cuánta belleza encierra su palabra y su sentido, dicen que se encuentra en la cima más alta y peligrosa que se conoce. ¡Ah…! cuánto placer debe dar conquistarla.


Es martes, veinte de septiembre del 2011, son, las 8 de la mañana, lo sé de seguro, porque justo a esta hora, el móvil que semi-descansa sobre mi mesita, está programado para acabar drástica y terminantemente con mi sueño justo a esta hora. En seguida vendrán los mensajes no leídos, las llamadas sin contestar, las voces de los vecinos, etc.


Bien, comienza el día, recuerdo vagamente lo soñado, la sensación es rara, me he despertado en un estado anímico , digamos, un poco especial , a veces sucede, abres los ojos y te das cuenta, de que tu estado interior, nada tiene que ver con el que tenías justo antes de dormir. ¿Motivado quizás por lo que soñaste?, ¿Por los rayos del Sol que penetran a través de tu ventana?, ¿O por las gotas de lluvia que rebotan sobre los cristales de la misma? Con seguridad no lo sé, pero es cierto, a veces sucede.


La NORMA es compleja, pero sencilla de seguir, (No ha escatimado medios ni años para que lo hagamos, bien) podríamos decir que es rutina, una gran rutina. Comenzamos con pequeñas cosas, cuarto de aseo, ducha, cepillo de dientes, peine, ropero, pantalón gris o vaquero, da igual, camisa blanca o de cuadros, calcetines, zapatos, corremos, no podemos llegar tarde, donde sea que vayamos, ¡Somos imprescindibles! Pese a las prisas , hemos tenido tiempo de pulsar el botoncito y escuchar las últimas las noticias, (Si lees un periódico de cualquier fecha, veras que son las mismas de siempre) crisis, guerras, hambre, muerte, sequías, cambio climático, manipulación, huelgas, políticos, dictadores, opresores, libertadores, salvadores, extraterrestres, santos, iglesias, religiones, corruptos, izquierdas, derechas, inconformistas, manifestantes, radicales, violentos, indignaos, pacifistas, actores, músicos, toreros, reyes, duques, marqueses, gobiernos, bolsa ,economía, multinacionales, deportes, cine, etc.,etc, etc., pero… Hoy ¡No!, hoy, no viviré según la NORMA.




Es difícil, lo sé, tirar el móvil, desconectar el ordenador, la radio, la televisión, no hacer compras, no acudir a la oficina, al banco, o al teatro, Hoy no me indignaré, no proclamaré tu insensibilidad ni tu injusticia, tu falta de honradez, tus mentiras, no pediré disculpas, no besaré tus labios mujer, ni tomaré café.




Hoy ¡No ¡ hoy, no viviré según la NORMA.




Cuanto tiempo sin hacer camino, cuánto sin mirar el cielo, las estrellas, los árboles, las flores, cuánto sin mirar tus ojos, cuánto tiempo sin ver y sin pensar, sin sentir verdaderamente, cuánto tiempo sometido a un sistema social jerarquizado, que sólo nos permite malvivir.




Esa es la NORMA, de eso se trata, su objetivo es sólo uno, el sometimiento total de todos , ( cosa que ya hemos aceptado ) y ello lo consigue aniquilando nuestro ser, nuestra conciencia, nuestra individualidad, nuestra libertad. La Norma no tiene sentimientos, desconoce la honestidad y la bondad, su principal virtud es la mentira y su única apetencia el poder, y ello nos indigna, y salimos a la calle y gritamos, lloramos, clamamos justicia, exigimos un cambio de sistema social y político, pero…



Deberíamos saber, que apenas tenemos derecho a indignarnos, lo que tenemos, sólo es consecuencia de nuestro propio egoísmo y de nuestra voluntaria decisión de renunciar a nuestra libertad ,en pos de un contrato mercantil que aseguraba nuestro bienestar social. Deberíamos saber que al firma ese contrato, les dábamos poder para disponer de nuestras vidas y de las vidas de nuestros hijos. ¿A cambio de qué?, ¿De un buen trabajo?, ¿De una buena casa?, ¿Un buen sofá y un buen coche? ¿Un yate?, ¿Una gran pantalla, Ordenador ,etc.? ¿Mereció la pena? , ¿Crees que todo eso vale más que ser tu mismo? ¿Eres feliz? ¡No! No lo eres, no puedes serlo, mientras la Norma sea dueña de ti.




¿Seguimos indignaos?




¡Capullos! , la libertad que reclamamos nadie nos la quitó, nadie nos la robó, nosotros por propia iniciativa la entregamos, y ahora, cuando nos vemos indefensos pataleamos como niños pequeños al perder su chupete. En cualquier caso, si no nos gusta esta situación, tan sólo tenemos que cambiar nuestra actitud para con la Norma, nuestra actitud para con nosotros y los demás, pero, he aquí la pregunta del millón, Aunque pudiéramos, ¿Queremos cambiar nuestras vidas, o nos volveríamos a conformar si nos la hacen más llevaderas, quiero decir, si nos devuelven los chupetes.




La NORMA es lista , nos hace ricos y pobres , crea clase sociales, ideologías diversas , religiones , el fin es sencillo, DIVIDIRNOS Y CONTROLARNOS , y luego, luego nos reparte casi de forma equitativa, un grupo a la izquierda, otro a la derecha , otro al centro, y el resto, a vagar entre religiones, sectas, y vacío.




Comentaba que he despertado , consigo abrir los ojos, observo que pensamientos distintos a los habituales circulan por mi mente, hoy…, hoy no quiero acatar la NORMA, me digo a mi mismo, y supongo, me sigo diciendo, que nadie podrá impedírmelo, ya que mi yo, mi gran enemigo , ha decidido pactar una tregua , digamos… un descanso, el guante esta echado, y lo recoges. La certeza de que tu vida es un desastre casi definitivo es suficiente para sumirte en un estado de verdadera rebeldía. Y sin embargo, ¿cómo debo hacerlo?, quiero decir, la norma es mecánica, y fácil de cumplir, pero romperla es complicado, ¿cómo empezar? Podría coger la guitarra, la misma que yace desde no sé cuanto tiempo en un rincón del trastero , esa , que en los viejos tiempos acompañaba a mi cuerpo y a mi alma como mi propia sombra, lo dicho, podría cogerla, dirigirme hacia el parque y comenzar a cantar hasta quedarme sin voz, luego caminaría de glorieta en glorieta, para culminar en aquella, la de Gustavo y leer sus poemas.




Es sorprendente, los recuerdos van llegando, se agolpan, de pronto, ves a un chaval de 17 años con su guitarra al hombro, camina lleno de ilusiones, lo miro, las normas no eran tan rígidas, quiero decir, aún no se habían adueñado de ti (de mí) totalmente, aún, sin apenas darte cuenta , mantenías la espada en alto, la barbilla levantada y tu escudero, quiero decir tu amigo, el de siempre , ahí, junto a ti, apoyando tus ilusiones y tus sueños. Ya han pasado años, ¿verdad Manolo?, muchos años , pero aún recuerdo el campo de batalla, recuerdo aquellas interminables charlas, casi siempre aplazadas por falta de luz y de tiempo , aquellas grandes caminatas del parque al barrio y del barrio al parque, para nosotros sólo eran agradables paseos, que utilizábamos para seguir soñando, recuerdo que a veces teníamos suerte, aporreábamos los bolsillos y aparecían algunas monedas, suficiente para tomarnos un vinillo a mitad del camino, Porque... caminábamos, ¿verdad?




Cuantas cosas nos robaron y cuantas, nos dejamos robar. El hombre es libre, nos dicen. Somos libres, desde que nacemos hasta que morimos, la propia biblia lo atestigua y sin embargo, que gran mentira. Es cierto que a veces suenan campanas, y que su sonido penetran en los oídos digamos, de algunos pocos, pero también es cierto que poco a poco, ese maravilloso sonido se diluye ante las terribles explosiones de la NORMA y entonces, entonces todos volvemos al camino marcado, no al de Machado, ese había que descubrirlo, volvemos al camino establecido, al ya descubierto , resulta bastante más cómodo y más ligero, lo forjaron para nuestra comodidad y sobre todo para que no nos perdiésemos . La NORMA mira por nosotros, siempre lo ha hecho y lo ha hecho bien.




Hoy he desidido caminar hacia ningún sitio, aprenderé a mirar y soñaré...




Soñaré que estoy despierto



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