viernes, 30 de marzo de 2012

El rebaño Humano


            ¡Que angustia!   Reconocerse entre el rebaño


              La muerte corteja a la vida apenas nace

MEDIO PAN Y UN LIBRO, por Federico García Lorca

Sin comentarios



Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros . Septiembre 1931.

Medio pan y un libro

“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Pat Metheny

Pat Metheny


Patrick Brucce Metheny, verdadero nombre del guitarrista y compositor, Pat Metheny, fue considerado desde su infancia un niño prodigio. Su hermano, el trompetista, Mike Metheny, lo inició en el jazz y a los 12 años agarró por primera vez una guitarra. Después de desarrollar su técnica a una velocidad asombrosa, estudiando a clásicos maestros del jazz como los guitarristas, Wes Montgomery y Charlie Christian, ganó a los quince años, una beca para jóvenes músicos con talento donada por la revista "Downbeat" y luego ingresó, también becado, a la Universidad de Miami.  Poco después, con 19 años de edad, ya estaba dando clases de guitarra en la prestigiosa academia de "Berklee School of Music" de Boston, y entre sus alumnos, estaban Al Di Meola y Mike Stern.

     En la Universidad de Miami, Pat Metheny, conoció al que luego sería el legendario bajista, Jaco Pastorius. En 1975, Metheny, Pastorius y el baterista Bob Moses grabaron, el primer álbum liderado por Pat Metheny,  "Bright Size Life", para el sello ECM. Pero fue cuando el vibrafonista Gary Burton, a quien había conocido en Berklee, le propuso unirse a su banda cuando Pat Metheny empezó a ganar cierto reconocimiento entre sus colegas y el público especializado. Dos años después, con la llegada del tecladista Lyle Mays, empezó a germinar la idea de formar un grupo, que se completó con la incorporación del bajista, Mark Egan y el baterista, Dan Gottlieb. El "Pat Metheny Group", su formación actual, se hizo rápidamente muy popular - excepto para los puristas del jazz- por su compleja y atractiva fusión de jazz y folk. En 1984, después de grabar desde obras maestras como Rejoicing hasta registros reiterativos como First Circle, Pat Metheny dejó el sello ECM y pasó a grabar para EMI primero y para "Geffen" después, una firma más orientada al pop y al rock. En los primeros años de la década de los ochenta, la imagen musical de Pat Metheny estaba ya formada y consolidada.

     Metheny tiene en su haber el hecho de haber tocado con grandes figuras del jazz como Sonny Rollins, Ornette Coleman, o Jack DeJohnette. También ha ganado numerosos premios Grammy y es considerado uno de los grandes guitarristas del jazz contemporáneo. Entre su numerosa y prolífica discografía, destacan: "Travels" (1982); "First Circle" (1984); "Song X" (con Ornette Coleman, 1985); "Still Life" (Talking) (1987); "Question and Anvers" (1989) y "We Live Here" (1995).



                          Lonely Woman

viernes, 16 de marzo de 2012

Vídeos y Biografía The Beatles


The Beatles


Grupo británico de música rock y pop, integrado de forma estable a partir de 1961 por John Lennon (Liverpool,1940–Nueva York, 1980), Paul McCartney (Liverpool, 1942), George Harrison (Liverpool, 1943) y Ringo Starr (Liverpool, 1940). Es difícil dar una fecha exacta de cuándo se formaron The Beatles. En la segunda mitad de la década de 1950, John Winston Lennon y su amigo Peter Shotton (que lo abandonaría poco después) formaron un grupo de música al que llamaron The Quarrymen, al cual en 1957 se añadió Paul McCartney, seguido poco más tarde por George Harrison.


Los Beatles
The Quarrymen empezó a tocar en diversos locales de Liverpool, momento en el que se les unió el bajista Stuart Sutcliffe. Ya por entonces resultaba evidente la necesidad de incorporar a un batería. El nombre del grupo iría sufriendo nuevas variaciones, desde Johnny and the Moondogs hasta –a raíz de la moda de poner nombres de animales a los grupos musicales y jugando con la denominación de su estilo de música (Beat)– The Silver Beatles y The Beatles, que a la postre resultaría el definitivo.
Por último incorporaron a un batería, Peter Best, y consiguieron un concierto para tocar en Hamburgo, en un local de dudosa fama llamado Kaiserkeller. Su primera aventura alemana terminó prematuramente con la expulsión de Harrison del país debido a su minoría de edad y la posterior expulsión de McCartney y Best por gamberrismo. En 1961 volverían a Alemania, para regresar de nuevo al Reino Unido sin pena ni gloria. Best dejó el grupo por profundas desavenencias con el resto de sus miembros y fue sustituido por Ringo Starr (Richard Starkey). Poco después, Sutcliffe moría en Alemania víctima de un derrame cerebral. La formación de The Beatles quedó definitivamente consolidada con John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.
En 1962, tras escucharles en una actuación, el productor Brian Epstein, entusiasmado, los contrató para grabar un sencillo. Este primer trabajo discográfico se tituló Love me do y logró situarse en las listas de éxitos del Reino Unido. Ya en 1963,Please, please me y poco después From me to you yShe loves you accederían de nuevo a puestos de honor en las listas británicas,ese año puede ser considerado el del nacimiento de la «beatlemanía», un fenómeno de idolatría hacia el grupo cuyo máximo exponente eran los accesos de histeria que el público femenino sufría en los conciertos de la formación. La «beatlemanía» se extendió un año más tarde a Estados Unidos, donde temas como Love me do, She loves you o I want to hold your hand alcanzaron el primer puesto en las listas de éxitos.
Simultáneamente, The Beatles rodaron diversas películas aprovechando su popularidad, entre las que cabe destacar ¡Qué noche la de aquel día! (1964) y El submarino amarillo (1968). El grupo siguió encadenando discos a una media de dos anuales, la mayoría de cuyas canciones fueron escritas por ellos mismos, lo que da idea de su extraordinaria fecundidad.
En 1967 saldría al mercado su obra más revolucionaria, Sgt. Pepper’s lonely hearts club band, un elepé que marcaría el nacimiento de la música psicodélica y supuso un rotundo éxito mundial para el grupo británico, que alcanzó el número uno simultáneamente en las listas británicas y estadounidenses. Tras la publicación de Let it be, en 1970, las desavenencias en el seno de la formación acabaron con la disolución de la misma y cada miembro continuó su carrera musical en solitario, sin que fructificase ninguno de los intentos de volver a reunirlos. La muerte de John Lennon en 1980 a manos de un perturbado tuvo un gran impacto en todo el mundo, y terminó con cualquier sueño de sus fans en este sentido.
La influencia de la obra de The Beatles a lo largo de las décadas subsiguientes ha sido inmensa, hasta el punto de dejarse sentir poderosamente en el fenómeno musical denominado brit pop, uno de los más significativos de los años noventa. Al margen de su indudable importancia meramente artística, The Beatles quedaron por siempre como el símbolo de un estilo de vida que entroncó perfectamente con las profundas inquietudes juveniles de la década de 1960.





Let It Be


                                       Hey Jude



                              Revolution


                       Something


            The Long and Winding Road 


                      Come Together



                             Yesterday


 
                         For You Blue
         



                              Two of us


          The Ballad of John  - Yoko


                                      Hey Bulldog


           While My Guitar Gently Weeps 


For No One



Twist and Shout


                           Hello Goodbye


Este concierto fue un homenaje a George Harrison, dos años después de su muerte. En la guitarra acústica Eric Clapton, en la guitarra eléctrica el mismísimo hijo de George Harrison, al piano Paul McCartney, en la primera batería Ringo Star, en la segunda batería Phill Collins, en la segunda guitarra eléctrica Tom Petty, al órgano e interpretando la primera voz el increíble Billy Preston.. Entre las vocalistas del coro está Linda Eastman, ex-esposa de Paul McCartney, estuvieron presentes también en ese concierto: Bob Dylan, Ravi Shankar, Jethro Tull y un sin número de amigos y  contemporáneos de los Beatles; asi como, todo el grupo 'Cream' c/Eric Clapton. Sí, así es, canosos, pelones, gorditos, arrugados, pero ellos encarnan lo mejor de lo mejor, lo más representativo de finales de los 60's y 70´s.
¿Sabían que a Billy Preston se le llegó a conocer como el quinto Beatle?, él fue quien siempre interpretó el piano y el órgano en todas y cada una de las grabaciones de los Beatles'. Espero te guste y cuentes cuantos artistas famosos intervinieron en esta versión..


MY SUIT LORD

jueves, 15 de marzo de 2012

Ser de Izquierda




La realidad es nítida y real. 

Nítida  la perdida de valores, el desempleo, la pobreza, el desahucio,  la insolidaridad y las guerras.
Real,  el éxodo  de nuestros hijos, hacia la búsqueda  de aquellas tierras que los acoja como la suya no supo  hacerlo.
Nítida   la manipulación de las masas y  la ceguera de estas,  el conformismo, la soledad, y el desamparo. 
Real la sensación de una sociedad   que se desmorona y que derriba con ello, aquellos  valores y  derechos obtenidos en interminables luchas. Nada tenemos que no hayamos arrancado al  capital sin sacrificio.
Ahora, de nuevo elecciones, y  nos situamos a la izquierda o derecha,  y votamos en consecuencia a partidos que dicen ser  de una u otra tendencia. 
Pero el hecho de votar no nos define ni nos bautiza.  
No podemos ubicarnos a la izquierda  simplemente por  votar a partidos que  dicen serlo.  Ser de izquierda no es eso. 
Ser de izquierda es una trayectoria personal, que conlleva una lucha por la igualdad, hacia una  vida más justa para todos. Es ser consciente  de tu participación contra una sociedad  globalizada, cuya consecución es la explotación y  esclavismo del individuo.  

Pero la realidad es nítida y real.


Real y nítida es nuestra contribución e idolatría a una sociedad que deploramos.





martes, 13 de marzo de 2012

Los Protocolos de los sabios de Sion

Hoy,  paso a publicar el décimo y último protocolo en este blog.  Para aquellos que sigan la lectura de los mismos, les  señalo a continuación la dirección donde podrán acceder a leer el  libro completo; (http://futurodelmundo.files.wordpress.com/2009/01/los-protocolos-de-sion.pdf ).  
Espero que la lectura de los mismos nos haya motivado a todos,  al menos, para seguir buscando una respuesta a cuanto sucede a nuestro alrededor.




PROTOCOLO X 

Empiezo hoy por repetir lo que ya os he dicho, rogándoos recordéis que los gobiernos y los pueblos no ven sino la apariencia de las cosas. y ¿cómo podrían desentrañar su sentido íntimo cuando sus representantes no sueñan sino en divertirse? Mucho importa para nuestra plática conocer este detalle, pues, nos servirá de mucho cuando lleguemos a tratar y discutir sobre la división del poder, la libertad de palabra, de prensa, de conciencia, el derecho de asociación, de la igualdad ante la ley, la inviolabilidad de la propiedad y domicilio, los impuestos y la retroactividad. Todas estas cuestiones son tales que nunca es necesario tratarlas ante el pueblo directamente y abiertamente. En los casos en que sea preciso tocarlas, no hay que enumerarlas, sino declarar en globo que los principios del derecho moderno son reconocidos por nosotros. La importancia de esta reticencia consiste en que un principio que no se nombre, nos deja en libertad de excluir esto o aquello, sin que nadie lo advierta, mientras que si los enumeramos tenemos que aceptarlos sin reservas. El pueblo siente un amor particular y una grande estimación por los genios políticos y responde a todos sus actos de violencia con estas o parecidas palabras: . Es un canalla, pero qué listo!...¡Esto es el colmo de la habilidad! . Qué golpe más bien dado. ¡Pero qué bribón! Nosotros contamos con atraer a todas las naciones para la construcción de un nuevo edificio fundamental del que tenemos ya proyectado el plan. He aquí por qué, ante todo, tenemos necesidad de hacer provisión de esta audacia y fuerza de espíritu que en la persona de nuestros actores han de destruir todos los obstáculos que se oponen a nuestro paso. Una vez dado nuestro golpe de estado diremos a los pueblos: Todo iba horriblemente mal; todos hemos tenido que sufrir por una causa o por otra; esto era ya insoportable. Hemos destruido las causas de vuestros sufrimientos, las nacionalidades, las fronteras, la diversidad de monedas. Indudablemente que sois muy libres de jurarnos obediencia o no; ¿pero podéis hacerlo con justicia si lo hacéis antes de experimentar lo que os hemos dado?...
Entonces nos exaltarán y llevarán en triunfo con un entusiasmo unánime, y lleno de esperanzas. El sufragio universal, del que hemos hecho el instrumento de nuestra entronización, y al que hemos acostumbrado a los más insignificantes iniciados que forman parte de la colectividad humana, por medio de reuniones, de grupos y de alianzas, representará por última vez su papel expresando el voto unánime de la humanidad de conocernos antes de juzgarnos. Para esto es necesario arrastrar a todo el mundo hacia el sufragio universal, sin distinción de clases y sin censos electorales, para establecer así el absolutismo de las mayorías que no se puede obtener de las clases de contribuyentes y pensantes. Una vez acostumbrado el mundo de esta manera a la idea de su propio valer, queda destruida la importancia de la familia cristiana y las trascendencias que tiene en la educación y no permitiremos que surjan personalidades a las que las turbas, dirigidas por nosotros, no permitirán que se destaquen ni siquiera que levanten la voz; las multitudes están acostumbradas a no escuchar sino a nosotros, que les pagamos su obediencia y su atención. De esta suerte haremos del pueblo una fuerza tan ciega, que no habrá en el Estado
ninguno que esté dispuesto a hacer cualquier movimiento sino bajo la dirección de los agentes que nosotros pongamos para que los dirijan como jefes. El pueblo se someterá a esta dirección, pues sabe bien que de esos nuevos jefes dependen las ganancias, las gratuitas recompensas y toda clase de bienes. Un plan de gobierno debe ser proyectado por un solo hombre, pues resultaría incoherente si muchos talentos se distribuyen la tarea de formarlo. Así, nosotros podemos conocer un plan de acción; pero no debemos discutirlo para no romper su carácter peculiar, la trabazón de sus partes, la fuerza práctica y la significación oculta de cada uno de sus puntos. Que el sufragio universal lo discuta y lo manosee, por decirlo así, y esto sólo bastará para que adquiera el carácter de  todas las falsas concepciones de inteligencias que no penetran la profundidad y el enlace de los pensamientos. Sean nuestros planes sólidos y bien concebidos como es necesario. Por eso no debemos arrojar las producciones de talento de nuestros jefes a los pies de las multitudes, ni abandonarlas tampoco en manos de sociedades de cortos alcances. Estos planes no destruirán por lo pronto las instituciones modernas. Solamente modificarán su economía, y en consecuencia, todo su desarrollo que se orientará de conformidad con nuestros proyectos. Casi en todas las naciones existen las mismas cosas, aunque tal vez con distintos nombres: la Representación, los Ministerios, el Senado, el Consejo de Estado, el Cuerpo Legislativo v el Cuerpo Ejecutivo. No tengo necesidad de explicaros el mecanismo de las relaciones de estas instituciones entre sí, porque os es bien conocido; notad solamente que cada una de estas instituciones corresponde a una función importante del Estado, y os ruego que toméis también en consideración que es la función y no la institución la que yo llamo importante, no son, pues, las instituciones las que son de importancia, sino sus funciones. Las instituciones se han distribuido entre sí todas las funciones del gobierno: funciones administrativas. legislativas y ejecutivas. De esta manera, las instituciones trastornamos una parte de la máquina del Estado, éste caerá enfermo como el cuerpo humano, y morirá. Después de haber inoculado en el organismo del Estado el veneno del Liberalismo, toda su constitución se ha trastornado; los estados están enfermos de una enfermedad mortal, la descomposición de la sangre; no queda ya más que esperar que el término de su agonía. Del Liberalismo han nacido los gobiernos constitucionales que han reemplazado entre los Cristianos a una saludable autocracia, y la constitución, como sabéis vosotros, no es más que una escuela de desórdenes, de malas inteligencias, de discusiones, de disputas, de agitaciones estériles de partidos; en una palabra, es la escuela de todo aquello que hace a un Estado perder su personalidad e individualidad. La tribuna lo mismo que la prensa, ha condenado a los gobiernos a la inacción y a la debilidad y los han hecho poco necesarios, inútiles, lo que fácilmente explica que sean derribados. La era republicana ha llegado así a ser posible; hemos reemplazado el gobierno por una caricatura de gobierno, por un presidente que sacamos de la multitud, de entre los miles de hechuras y esclavos nuestros. Allí está el fondo de la mina cavada por nosotros bajo el suelo de los pueblos cristianos. En porvenir no lejano, crearemos la responsabilidad de los presidentes. Entonces, sin molestarnos, provocaremos acontecimientos de los que nuestra creación impersonal tendrá que responder. ¿Qué nos importa si las filas de los que aspiran al poder se van aclarando, si surgen dificultades capaces de desorganizar completamente una nación?.. En previsión de este resultado, fraguaremos la elección de presidentes que tengan en su pasado alguna mancha infamante oculta, algún Panamá. El temor a las revelaciones y al escándalo y el deseo de todo hombre que llega al poder de conservar sus privilegios y los honores que consigo lleva el puesto, los convertirán en fieles ejecutores de nuestras órdenes. La Cámara de Diputados encubrirá, defenderá, elegirá a los presidentes; pero le quitaremos el derecho de iniciar leyes y de modificarlas: este derecho se le adjudicará al presidente, que no será sino un juguete en nuestras manos. El poder  del gobierno vendrá a ser blanco de todos los ataques. Nosotros le daremos el derecho de apelar a la decisión del pueblo, sin tener que acudir a la intervención de sus representantes, la Cámara; es decir: el derecho de recurrir a nuestro servidor ciego e incondicional: la mayoría. Además, daremos al presidente el derecho de declarar la guerra. Fundaremos este último derecho alegando que el presidente, como jefe de todo el ejército de la nación, debe tenerlo a su disposición para defender la nueva constitución republicana, de la que él, el presidente, es el representante responsable. En estas condiciones el Jefe del Santuario (la llave de la situación) estará en nuestras manos y nadie, excepto nosotros, podrá encauzar la fuerza legislativa. Retiraremos además a la Cámara, al implantar la nueva Constitución, el derecho de interpelación, bajo el pretexto de que ese derecho es contrario a la salvaguardia del secreto político. Igualmente restringiremos por la nueva Constitución el número de representantes al mínimum, lo que producirá el efecto de disminuir un tanto las pasiones políticas y la pasión por la política. Si, contra lo que esperamos, esas pasiones políticas se despertaran aún en ese corto número de representantes, lo reduciremos a nada, por medio de un llamamiento a la mayoría del pueblo. Dependerán del Presidente los nombramientos de presidente y vicepresidente de la Cámara y del Senado. En lugar de sesiones parlamentarias permanentes, limitaremos las sesiones a unos meses. Además el Presidente, como jefe del poder ejecutivo, tendrá el derecho de convocar o disolver el parlamento, y en este último caso, el de aplazar el momento para una nueva convocación. Pero, para que las consecuencias de todos estos actos, realmente ilegales, no recaigan sobre la responsabilidad establecida por nosotros del presidente, en lo relativo a nuestros planes, sugeriremos a los ministros y demás funcionarios que rodean al Presidente la idea de sobrepasar las disposiciones de éste, con sus propias medidas, de tal manera que ellos (los ministros) vengan a resultar los responsables. Aconsejamos encomendar esta actuación, principalmente, al Senado o al Consejo de Estado o de Ministros, más bien que a un solo individuo. El Presidente interpretará conforme a nuestros deseos las leyes existentes que sean susceptibles de distintas interpretaciones; las anulará cuando le demostremos la necesidad de hacerlo; tendrá derecho de proponer leyes provisionales, y aun nuevo cambio de Constitución, con pretexto del bien supremo del Estado. Estas medidas nos darían el medio de destruir poco a poco y paso a paso todo aquello que en el momento de posesionarnos del poder nos hayamos visto obligados a incluir en las Constituciones de los pueblos; por este medio pasaremos insensiblemente a la supresión de toda Constitución cuando llegue la ocasión y el momento de agrupar todos los gobiernos bajo nuestra autocracia. El reconocimiento de ella puede llegar antes de la supresión de la Constitución, si los pueblos, cansados de tantos desórdenes y de la frivolidad de sus gobernantes dan engritar. Echadlos y dadnos un rey universal que pueda unirnos y acabar conlas causas de nuestras discordias: las fronteras internacionales, las religiones, los cálculos e intereses de Estado: un rey que nos dé esta paz, esta tranquilidad que no podemos alcanzar con nuestros gobernantes y representantes. Sabéis muy bien vosotros que para que estos deseos se realicen es necesario perturbar constantemente en todos los pueblos las relaciones entre ellos y sus gobiernos, con el propósito de cansar a todo el mundo con la desunión, la enemistad, el odio, y aun con el martirio, el hambre, la propagación de enfermedades y la miseria para que los Cristianos no encuentren otra salvación que la de recurrir a nuestra plena y absoluta soberanía. Si damos a los pueblos una tregua para respirar, tal vez el momento favorable no llegará jamás.