jueves, 30 de junio de 2011

El 15 M: Como el Ave Fénix



El Ave Fénix es un gran pájaro de plumaje rojo anaranjado y envuelto en llamas. Se cree que fue el único animal del Edén que resistió la tentación, lo que hizo de él un ser eterno. Este animal simboliza para las distintas culturas prácticamente la misma cosa; la inmortalidad y la resurrección. Según la leyenda, cada 500 años este ser se consume en sus propias llamas, para más tarde renacer de sus cenizas.


En estos últimos días, he recordado esta leyenda pues he percibido un cierto paralelismo entre esta ave y el movimiento 15M , en cuanto que este, se ha elevado por los cielos de la península, despertando de su letargo a un pueblo que yacía dormido y sumido en una oscura y larga inconsciencia.


Personalmente he de decir, que también he percibido en mi interior, un cierto resurgimiento de ilusiones, esperanzas y sentimientos que han zarandeado mi alma y ha devuelto a mi corazón la fe ya perdida, esto es, la esperanza de que aún existe la posibilidad de transformar esta bola de tierra y agua en un mundo mejor, más solidario y menos autómata, un mundo donde la desigualdad existente entre continentes, pueblos y seres no sea tan abrumadora como lo es en la actualidad, un mundo donde prive la libertad individual y la solidaridad del colectivo antes que el placer individual y la marginación de los pueblos.


Pero no nos engañemos, esto no es fácil, nada fácil. Para transforma esta sociedad y los sistemas en los que se apoya, tendríamos que comenzar creando nuevos pilares que sirviesen de apoyo y fortalecimiento a esta alternativa. ¡ Mas un momento ¡ antes de continuar he de aclarar ciertos interrogantes ¿En verdad queremos transformar la sociedad? ¿Es esto lo que queremos, lo que soñamos y por lo que nos hemos levantado gritando hasta romper nuestras gargantas o simplemente estamos exigiendo intercambiar el trono que atesoran nuestros opresores. ?


No es fácil, es verdad, la raza humana ha estado sometida durante miles de años, a una educación social y sicológica que la condujo a lo que es hoy. El egoísmo individual y colectivo se ha convertido en bandera de imperios y pueblos. Y si en algún momento de esta historia alguien abrió los ojos y con un grito desesperado inició una revolución, al final de esta, solo quedó un pueblo totalmente destruido, miles de cadáveres esparcidos por la tierra, familias rotas y más hambre y miseria que al principio, aunque eso sí, al frente de los gobiernos establecidos, se colocaron nuevas marionetas sonrientes, que daban un colorido distinto a la nueva situación y que prometían aquello por lo que se luchó y que nunca cumplirían. Son… muñecos de paja, manipulados por los mismos intereses y los mismos títeres de siempre. Al final, todo como al principio, hasta que de nuevo, un día alguien grita y todo vuelve a comenzar.


Espero que esta vez no suceda lo mismo, el movimiento 15M ha nacido de forma distinta, ha surgido como aquella flor que un día sorprendió a todos al nacer en medio de aquel gran estercolero, rodeada de basura, estiércol y podredumbre.


Nuevos pilares… tenemos que destruir, construir y crear todo de nuevo, y no solo lo externo, también lo interno. Todo al mismo tiempo, tenemos que armarnos de paciencia, ( la buena comida se cuece a fuego lento) y actuar conscientemente y superarnos de por y para nosotros mismos y los demás, aprender a ser solidarios e intuitivos, dejar de mirar al futuro, sólo el aquí y el ahora puede transformarnos y cambiar los parámetro de esta sociedad. Es importante sentirnos solidarios con los demás, este debe ser el punto de partida, si nos movilizamos por motivos personales o familiares nunca llegaremos a buen puerto y todo volvería comenzar. Es hora de emprender la gran revolución y esta no comenzará hasta no sentir y hacer nuestros, los problemas de los demás.






    ¿Y tú que crees?                                   















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