martes, 3 de enero de 2012

La vida sigue igual ¿O será distinta? De ti depende.



Hicimos una parada, bajamos del auto, unos para saciar su sed, otros para estirar sus maltrechos huesos y otros para mirar al cielo.  Pasado el tiempo indicado, volvimos  a subir, me sorprendió observar, que  el conductor no era el mismo tipo  larguirucho y serio del primer trecho, este era más bien regordete, tenía barba y una sonrisa   hipócrita.  Nos saludó y nos dio la bienvenida, limitándose a decir que en pocos minutos nos pondríamos en marcha, y que continuaríamos el viaje previsto. 
No nos advirtió que vendrían curvas y recodos empinados.


Tan sólo habíamos recorrido unos pocos kilómetros, cuando  observé sorprendido que un  asiento quedaba libre... Por lo visto, pensé sonriendo... Alguien había decidido hacer un recorrido distinto.


Ahora os dejo con J.L.  dice algo importante.



No hay comentarios:

Publicar un comentario