Las razones que justifican el odio, la ira, o la venganza,
son abominables, pues siembran en tu corazón,
la semilla de aquellos sentimientos que la provocaron.
Nos pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo
y dos terceras partes soñando
Destruirás el curso del río,
más no podrás evitar
que sus aguas alcancen el mar.
El discípulo preguntó al maestro.
El discípulo preguntó al maestro.
Maestro, ¿Cuál es el camino que conduce a la verdad y al conocimiento?
El maestro tomándolo por los hombros le contestó.
Amigo...
El camino que conduce a la verdad y al conocimiento,
es aquel que decides emprender en cada instante de tu vida.
Y no lo olvides, el mundo es un reflejo de ti.
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