No siempre, en nuestro caminar somos acompañados por quién queremos o necesitamos. No siempre nuestra vida es tal cual la soñamos.
¿Cuántos amores pasaron de largo sin percibir apenas nuestra mirada? ¿Cuántos caminos que nunca llegamos a recorrer? ¿Cuántas aventuras cortadas? ¿Cosas sin hacer?.
¿Cuántas veces aún llegando con prontitud dejamos pasar el tren?, lo vimos alejarse con resignación y tristeza, nuestra inseguridad o nuestra cobardía nos impidió dar el paso que posiblemente hubiese dado otro sentido a nuestra vida, que hoy puede parecernos absurda y sin embargo, aún estamos a tiempo.
Los trenes continuan pasando.
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